Nadie automáticamente sabe cómo hablar con un adicto, o alguien viviendo una adicción. Aunque quienes han vivido con personas en adicción han encontrado formas efectivas de comunicarse, siempre es difícil, por la confusión que genera el consumo en el adicto y en quienes lo rodean. Si usted está transitando el impacto de haber descubierto que alguien que ama sufre de adicción, debe saber cómo comunicarse para aumentar la posibilidad de que inicie tratamiento en el centro de rehabilitación.
Hay formas de comunicarse que producen resultados mejores de los que podríamos esperar. Hablar con alguien que padece de adicción puede resultar difícil especialmente si usted ha estado contribuyendo a su problemática al habilitarlo a continuar con su conducta adictiva. Incluso el adicto puede volverlo más complicado al mentirle o negarle sobre el problema.
Realizar cambios en la manera en la que usted interactúa con el adicto le pondrá un fin a la aceptación de su conducta mientras le demuestra que se preocupa por él.
Siempre sea amable con alguien en adicción
Demuestre su preocupación a través de su comportamiento, siempre actúe con amabilidad y compasión. La adicción está tan estigmatizada en nuestra sociedad, que alguien adicto a las drogas teme que otros lo critiquen, lo insulten, que su familia y amigos lo rechacen.
Al aceptar a un adicto como una persona, incluso si no acepta su comportamiento, usted puede comenzar a construir puentes al perdón y la recuperación.
Escuche a la persona con adicción al menos tanto como usted habla
Es más probable que un adicto pueda confiarle lo que realmente está sucediendo si usted los escucha sin interrumpir o criticar. Incluso al no estar de acuerdo con su conducta, a las adicciones se llega por una razón.
Entienda más de la adicción y comprométase con su ser amado. Para ello disponemos de sesiones de terapia individual para familiares en nuestro centro de tratamientos ambulatorios.
Siempre sea consistente
Cuando usted comparte tiempo con un adicto, comuníquese por medio de sus acciones tanto como con sus palabras. Por ejemplo, si usted piensa que su ser amado tiene problemas de adicción, no le ofrezca bebida ni consuma bebidas alcohólicas cuando está con él.
Sostenga la consistencia en su mensaje, de forma tal que no se malinterprete lo que usted quiere o espera de él.
Trate de ser predecible
Los adictos pueden ser muy impredecible en sus palabras y comportamiento, pero al dar un buen ejemplo, puede ayudarlo a revertir la situación.
Sea predecible en sus palabras y acciones cuando está con un adicto, las sorpresas pueden resultar estresantes y el estrés alimenta la adicción.
Demuestre amor y preocupación incondicional
Hágale saber que usted aún lo ama o se preocupa, sin importar que tan severa es su adicción. Si esto no es verdad o no es posible, al menos demuestre real interés en su bien estar. Esto no significa que usted tenga que tolerar o avalar comportamientos inaceptables.
Que sea bien claro para la persona adicta lo que usted no tolerará y no tenga miedo en fijar límites y sostenerlos para también demostrar que usted no está hablando en vano y que no lo está castigando por su comportamiento adictivo.
Apoye el proceso de cambio
A pesar de que su motivación de cambio sea mayor que la del adicto, esto empezará a cambiar a medida que el paciente comience a experimentar los beneficios de la recuperación y se de cuenta de que usted también está involucrado a realizar cambios.
Demuéstrele a la persona en tratamiento o que deba iniciar uno, que usted está dispuesto a apoyarlo en el cambio. Por ejemplo, asistiendo a las reuniones multifamiliares los días viernes en nuestro centro de rehabilitación para internaciones, o a las reuniones multifamiliares en nuestro centro de tratamiento ambulatorio los días sábado.
Siempre hágale saber al adicto sus límites
Si la persona no tiene voluntad de cambio, y usted siente que no puede vivir con él/ella mientras sostengan su estructura adictiva, hágalo saber. Realizar una terapia en conjunto puede ser un buen lugar para llevarlo a cabo.
Mientras una persona adicta no sepa cuánto su conducta adictiva afecta a quienes lo rodean, es menor la necesidad de cambio.
