Por supuesto que podemos proteger con productos naturales a la madera, tanto de ataques xilófa*gos como de hongos o de las inclemencias ambientales.
Existen productos en el mercado para ello (por ejemplo de la casa Livos), pero también podemos realizarlo nosotras mismas con materiales que podemos conseguir en ferreterías y herbolarios.
¿Qué es la carcoma?
Lo que llamamos carcoma es la larva de diferentes coleópteros que depositan sus huevos en la madera. Solemos descubrirla a través de los agujeros que hacen las larvas al salir de la madera para transformarse en coleópteros. Al contrario de lo que suele pensarse, son agujeros de salida, no de entrada. La carcoma no suele encontrarse en la naturaleza sino en las viviendas, ya que no gusta de la madera fresca, sino seca.
Tratamiento
El tratamiento transcurre en cuatro pasos, de una inmersión a otra debe de transcurrir un tiempo para su secado, periodo en el que hay que proteger a la madera de la humedad.
El tiempo de inmersión ha de ser el suficiente para que penetre la solución, aunque no debe ser muy prolongado para que no se humedezca la madera.
Recuerda que las soluciones penetran mejor en las grietas si están calientes.
1. Protector preventivo de ataques de insectos y hongos en la madera.
Se diluyen 1 kg. de sal de Bórax en 10 litros de agua muy caliente. Se recomienda remover para facilitar la disolución.
Aplicamos con brocha o rodillo, dos manos. Más eficaz que con brocha o rodillo es si podemos sumergir la madera en una bañera con fuego debajo.
2. Aceite de fondo (primera mano)
Cuanto más penetre el aceite natural en la madera, más nutrida va estar y por tanto menos apetecible para la carcoma.
Se mezcla en frío un 50% de trementina (aguarrás natural) con un 50% de aceite de linaza. Si la linaza está previamente cocida, se favorece el secado. El rendimiento es aproximadamente de 8 a 10 m² por litro.
Se aplica con brocha o rodillo, aunque recuerda que es más eficaz la aplicación por inmersión durante unos minutos en una bañera con fuego debajo.
Cuando hayan pasado un par de horas, si queda alguna «bolsa», se puede retirar con un trapo.
3. Aceite de fondo (segunda mano).
Se mezcla en frío un 80% de aceite de linaza cocida con un 20% de trementina. Se aplica con brocha o rodillo y se retiran los restos con un trapo.
4. Acabado final.
Te proponemos dos soluciones:
a. Acabado con barniz natural.
Sirve tanto para maderas en interiores como en exteriores.
Las proporciones son: 15% de colofonia (resinas de pino), 5% aceite de Cade (resina de enebro), 50% aceite de linaza y 30% de trementina.
Se cuece al baño María (en la propia lata, por ejemplo) el aceite de linaza, el aceite de Cade y la resina de pino hasta que se forme una mezcla hom*ogénea.
Una vez se ha enfriado, se diluye con el aguarrás o trementina.
Se dan dos manos con las mismas indicaciones que el aceite de fondo.
Para obtener pinturas de colores pueden añadirse óxidos y pigmentos minerales finamente molidos. Son adecuados el óxido de hierro en sus distintas formas, así como óxidos metálicos (cal, óxido de hierro,…) y tierras colorantes.
b. Acabado con cera de abeja.
Recomendado sólo en interiores.
Se mezcla un 60% de cera de abeja pura con un 35% de aceite de linaza y un 5% de trementina. Se calienta lentamente al baño María hasta que se diluya la cera.
Al enfriarse, tendrá la consistencia de crema. Aplicar con un trapo de algodón. Después de unos días se puede sacar el brillo frotando con un trapo de lana.
5. Cerrar grietas con masilla de cera de abeja.
Algunas maderas pueden sufrir algunas grietas durante su proceso de secado. Hay que sellar dichas grietas para que no se introduzcan parásitos.
Para ello mezcla cera de abeja pura con aceite de linaza y serrín de madera en un baño María. Al enfriarse queda una masa fácil de modelar con la que se pueden sellar los huecos en la madera.